viernes, 26 de febrero de 2016

Los adolescentes que dan miedo y las gitanas con desodorante.

Fui a casa de un viejo enemigo, le encontré tomando un helado sin ganas. Comenté sobre una situación en la que no estuve, y que ni si quiera me parecía interesante. Después me fui con el ojo temblando. Me subí a un bondi lleno de olor a culos y desodorantes de precios cuidados. La gente abría las ventanillas aunque el aire acondicionado estaba andando. Pasamos por un puente, había unas gitanas que me miraban como si fuera a hablarles de su futuro. Una vez viendo una serie de televisión, me mimeticé con uno de los personajes. Lo sentía en mis movimientos, creí que tenía los problemas de él. Es muy fácil hacer cosas por los demás, sobre todo si sentís culpa. Los adolescentes te dan miedo, no los entendes. Corres de una manera muy ordenada. Sos cursi y a la vez callada. Mi hermano está frustrado, hoy me contó los problemas que tiene. Invitame a comer algo, lo que sea, menos pollo. Me metí en una cacerola, me quedé ahí, me cociné a fuego lento, todo sucediendo en mi feligresa imaginación.

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