viernes, 25 de marzo de 2016

El navegar en el flujo de la vida y el decidir, ¿Cómo ocurren?

La reflexión es una acción que se hace sobre la acción. Es un dar cuenta de lo que se hizo, y la reflexión de la reflexión es un darse cuenta de un darse cuenta que permite ver en un orden superior la acción como acontecimiento en el ámbito general de las relaciones humanas. El hacer ocurre como ocurre, de manera más bien digamos inconsciente, uno fluye en su vivir, haciendo lo que hace, y luego da cuenta de él. Uno tiene que pasar recursivamente por el mismo lugar y la misma experiencia para poder dar cuenta de ella y en cada vez que se vuelve a pasar cambiar el curso de su suceder dando cuenta de ella. La reflexión es el gobierno del hacer que ocurre como un navegar en el flujo de la vida que lleva un curso no originado por la persona, sino que la persona aparece en él. La reflexión es lo que nos permite la responsabilidad de elegir lo que queremos hacer y sus consecuencias.

jueves, 24 de marzo de 2016

Dos modos de escuchar que definen al otro.

Si miramos y escuchamos los decires desde el punto de vista la verdad contenida en las palabras del discurso del otro, siempre estamos ante la disyuntiva de convalidar y defender, o no convalidar y discutir los argumentos e ideas; así siempre nos veremos tentados a apropiarnos de la verdad y querer tener la razón. Pero si miramos y escuchamos los distintos decires como manifestaciones de dinámicas emocionales en la red de relaciones interpersonales que hacen al presente de quien dice lo que dice, podemos crear un espacio de convivencia no definido por un otro enemigo, sino por un otro legítimo aunque se conserven las diferencias.

Premisas para la creación de un laboratorio de la matriz de la existencia humana.

-Un entendimiento de lo humano libre de la existencia de un enemigo.
-Así mismo un entendimiento del hacer humano libre de una ética que prescriba el bien y el mal. Sino un entendimiento del hacer humano desde la responsabilidad.
-Un entendimiento de lo humano desde el conocimiento de que uno se encuentra en el vivir guiándose por su reflexión en su suceder, y no decide antes de conocer en la experiencia. Por lo tanto todo error ocurre o como una inconsciencia, desconocimiento o como el estar atrapado en una trampa que conduce recursivamente a la negación y el dolor (que incluso puede llevarlo a uno a convertirse en un adicto premeditador de la negación del otro).
-Un entendimiento de lo humano desde lo amoroso como fundamento de su existencia y de su condición de ser. Y del patriarcado como contradicción en la que se pervierten todos los deseos y valores constitutivos de una ética de lo amoroso, donde el respeto se convierte en obediencia, el amor en un don, gracia o virtud, donde se cosifican los sentires y haceres, donde prima la lucha, la competencia, y la guerra.
-Una reflexión sistémica que de cuenta de cómo la pobreza y el hambre, la locura y la guerra forman parte de la misma matriz de consecuencias de las trampas culturales en las que nos vemos atrapados en el vivir en esta cultura llamada patriarcal.
-Y, un entendimiento de que todo sufrimiento y dolencia humana es de origen cultural y por lo tanto modificable. El sufrimiento no forma parte de la naturaleza del ser humano.
-El entendimiento de lo humano como la convivencia de múltiples y diversos mundos en relación.

El ciudadano en órbita.

Lo más temido es lo más deseado,
El mundo es una ventana,
Que se abre hacia adentro,
Y adentro está el afuera,
En el juego de miradas en la calle,
Unos acechan, otras temen, otros piden ayuda,
La piel corre come tinta china entre dos jóvenes,
Ayer Emi se reía de un verso repetido en mis poemas,
Nacho está abierto al misterio,
Su curiosidad es un satélite en órbita,
Las mejores preguntas,
Son las que te acompañan toda la vida,
La creación no sucede de una vez y para siempre,
Hay que volver a crear lo mismo cada día,
La neurosis es no poder aceptar ese ciclo renovarse,
Madurar es celebrarlo, y comprenderlo,
Todos queremos una rebanada del tiempo del otro,
Me pone nervioso dar direcciones a gente perdida,
Sacar fotos a desconocidos,
Y alcanzar una pelota a pibes en un picado,
Son los gajes del ciudadano...

jueves, 17 de marzo de 2016

¿Podemos hacer algo inconsecuente en el mundo?

Nada de lo que acontece en el vivir es insignificante. Todo lo que hacemos y pensamos hace al mundo que vivimos. Todo tiene algún efecto sobre el multiverso de relaciones y relaciones de relaciones que constituyen nuestra coexistencia humana en sociedades y comunidades locales y en sociedades de sociedades como son la nación, occidente, o la humanidad. Todo pensar y hacer es un pensar y hacer en y sobre la matriz general de la existencia humana, y en ese sentido es un hacer el mundo que vivimos y convivimos. En general no vemos eso porque la sistémica ecológica que une lo individual con lo social, y lo social e individual con lo natural está diseccionada, y no vemos las consecuencias de lo que hacemos y pensamos, lo que necesitamos es recuperarla.

jueves, 10 de marzo de 2016

¿Por qué es imposible dejar una dependencia controlándose a uno mismo?


Todos nos encontramos o nos hemos encontrando en algún tipo de hábito, adicción por leve que sea, o dependencia a alguien o algo que nos hace sentir dominados y que nos lleva por un cauce que no queremos ver y vivir, porque trae el sentimiento de lo doloroso, horroroso, oscuro y sufrido. Generalmente decimos que para poder abandonar, ya sea un pensamiento, una persona, una cosa o una actividad lo que uno tiene que hacer controlarse a sí mismo. Yo sostengo que el autocontrol lo único que logra es llevar a la persona reincidir en la dependencia que le produce malestar y dolor.

Y eso porque, cuando una persona ve un mal en algo, y desea eso que llama mal, llega a una contradicción. Quiere lo que dice que no tiene que querer. Entonces para no tenerlo decide negarlo. No tengo que querer lo que quiero se dice a sí misma inconscientemente. Pero ese no querer lo que quiere se transforma en una contradicción, en la que lo negado es afirmado bajo la forma de una tensión. Cuanto más se niega algo para que no suceda más se hace sucederlo, bajo otras formas vuelve. Todo lo negado vuelve. Entonces el adicto a la cocaína que se niega a sí mismo consumir, termino generando el camino para volver a consumir. Quien vive un duelo amoroso en una relación en la que había depositado sus expectativas y se había vuelto dependiente intenta huir de la otra persona negando querer estar con el o ella pero cuanto más lo hace más afirma la negación, y más buscará querer ser reconocido por él o ella.

La única manera de no hacer algo que se considera un mal es verdaderamente no queriéndolo. Y para no quererlo hay que querer no quererlo y aprender un camino para no querer eso simplemente. Pero para eso uno debe comprender la contradicción que le lleva a querer lo que no quiere o debería no querer. Y ese camino reflexión es el que le permite a uno salir de una adicción y de una dependencia. Aprender a no querer algo que produce daño, es algo que se hace desde el desapego. Porque en el desapego uno acepta que puede no tener lo que tiene. El apego es cuando asume que no puede no tener lo que tiene. Entonces cuando lo pierde, cae en la contradicción de la que hablamos más arriba. Quiere poder despojarse, pero no puede, porque tiene asumido que no quiere o no puede no querer.

Solo reflexionando y comprendiendo cómo uno llegó a quedar atrapado en la contradicción que le lleva a reincidir en querer lo que le hace daño, es que se puede vivir el desapego y se puede tener lo que se tiene en la libertad de perderlo. Diría que esta explicación muestra qué es aquello que conspira contra las relaciones amorosas de pareja en el momento del estar juntos y en el momento del dejar de estarlo si eso sucede.

miércoles, 9 de marzo de 2016

Como en una calesita zen.

Siempre queremos estar en otro lado,
El otoño trajo su olor hasta mí,
En el centro de todo lo que vive,
No hay nada,
Pero siempre queremos algo más,
Al té le puse canela,
Como aprendí de Max,
El silencio que le das al otro para sí mismo,
Es el tallo terso de tu amor,
Toda la vida es cotidiana,
Un presidente diseñando la guerra,
El horror del que se ahoga,
La violación de una niña,
El golazo de un desconocido jugador,
El piloto sin dormir aterrizando,
Un infarto en el sexo,
Y toda está sucediendo ahora mismo,
No hay ningún lugar adónde ir,
Nada parece suficiente,
Lo mejor para la meditación y el amor a uno mismo,
Es la soledad,
No existe el tiempo perdido,
Todo tiempo tiene sentido,
La preocupación y la queja,
Nacen de la impotencia,
Todo lo que se necesita para obtener del mundo oportunidades y bienestar,
Es un poco de comida, abrigo,
Protección contra el azar del clima,
Y confianza en uno mismo,
Al final no había nada,
Qué poco parece eso,
Con expectativas la vida es trepidante,
El que está esperando algo no tiene nada,
El que no quiere nada,
Lo tiene todo.

martes, 8 de marzo de 2016

¿Puede uno decir algo errado? ¿En qué sentido?

-Pienso que todo lo que dice una persona, lo dice desde un particular modo de estar en su historia, en su experiencia y en su circunstancia y por lo tanto no puede decir nada que sea en sí mismo una afirmación falsa o verdadera acerca de una realidad independiente de ese particular modo de estar. Es decir, todo lo que una persona dice forma parte de cómo se encuentra en el presente de su vivir, que no es ni verdadero ni falso, es como se presenta.

-Por lo tanto, nadie dice nada desde una razón o una voluntad anteriores a su experiencia. En sentido estricto, nadie escoge lo que piensa con consciencia de la realidad como si ese escoger sucediera en un instancia en la cual se tiene acceso a una realidad independiente en la cual existe todo sobre lo que se puede pensar y hacer, todas las cosas. Es en el vivir que conocemos lo que conocemos, y vemos qué es lo más adecuado o no.

-Todo lo que uno piensa y dice forma parte de cómo uno se encuentra viviendo. Y uno se encuentra en el vivir viviendo desde adentro de la experiencia, y por lo tanto es dentro del flujo del vivir en el que uno se encuentra diciendo algo sobre ese vivir. Nadie puede salirse para ver las cosas como son. Por lo tanto nadie puede decir algo errado en el sentido de pifiar a la realidad misma.

-Cuando decimos que alguien está equivocado, lo que queremos decir es que pensamos que de acuerdo a los propósitos, los criterios y las premisas de las que parte alguien, siguiendo el curso de su propio decir, encontramos que sería más adecuado decir otra cosa. Cuando evaluamos el decir de otro desde los propósitos, criterios y premisas de nuestro decir y adjudicamos error en el pensar y decir de otro estamos confundiendo mundos.

-Todo esto no quiere decir que no podamos dejar de compartir lo que otro piensa, y valorar que lo que pensamos nosotros es más valioso, o adecuado. Porque lo que queremos conservar es nuestro particular modo de estar en la experiencia, nuestro mundo.