lunes, 22 de febrero de 2016

Dispararle a mamá con alegría y Toca timbre el hombre de la bolsa.


Yo quiero a mi bandera,
La seño quería mucho a mi bandera,
Mi papá me enseñó a quererla como a mi mamá,
A mi mamá la manteníamos en la cocina por si las dudas,
Ella no se rebelaba, la seño tampoco,
Nosotros jugábamos a los soldaditos de plastico,
Le disparé en la cabeza  unas cuantas veces a mis hermanos, a mis mejores amigos,
Y a mamá claro, mientras ella cocinaba,
Después hacíamos caca y teníamos miedo de quedarnos solos,
Las cosas se pusieron jodidas cuando pegamos el estirón,
Robamos un par de veces, y cantamos el que no salta es un inglés otras más,
En la cancha bengalas y sos cagón, todavía no nos habíamos ido a la b,
Nadie se había ido a la b,
Eso pasó cuando llegamos a los treinta,
Las pibas y las rateadas eran nuestras,
Y a la noche nos acostabamos a pajear,
Siempre pensando en la bandera y la querida patria,
Vi un par de pobres cuando era chico,
Fue en los noventas, estaba todo de moda,
Igual nosotros nos vestíamos de jogging,
Pero al parecer no querían trabajar,
No sé porqué pedían tanto,
Después perdimos con los ingleses en primera ronda,
El país se fue al carajo,
Vi un chico caminando en Plaza de Mayo por televisión con la Constitución en la mano,
Papá comenzó a insultar al chico o al televisor, no sé muy bien,
Algo estaba mal,
Mamá lloró mucho, no nos dejaba comer tranquilos los asados,
Lloró porque estaba todo mal,
Con la patria, con su bandera, y con mi papá,
Por suerte teníamos las bolas peludas,
Y nos podíamos bancar cualquier cosa,
Qué tiempos aquellos,
Tomarse el yogur del otro,
Mirarle el culo a una profesora vieja y aburrida,
Amenazar a los débiles,
Dormir con la alarma puesta para protegerse de los negros de mierda,
Bañarse cuatro veces al día,
Decirle puta a las chicas que no entregaban,
Tocarse las bolas y después olerse las manos,
Y cantar el himno hasta llorar,
Cantarlo queriendo morir en la gloria,
Pasar de ronda y romper un par de botellas en la vereda de un supermercado,
Después volver a casa y mirar tele,
No poder creer lo inoperante que son todos,
Tener la razón siempre,
Con la misma fuerza y el mismo olor que el semen todos los días eyaculado en la cama y en la ducha,
Nada más fuerte y nada más fresco,
Por eso yo quiero a mi bandera,
Porque me da ganas de defenderla,
Porque el enemigo siempre estuvo cerca,
Adentro de una urna,
En la cola del banco queriendo robarme el lugar,
Estacionado en doble fila,
Hablando sin saber,
No como yo,
No como yo,
No como nosotros,
Nunca como nosotros.




A veces suena un timbre en mi casa,
Es el señor de la bolsa,
Yo le entrego los huesitos ya quemados y el se los lleva,
Cuando hace frío viene el buen narcotraficante,
Me amenaza con sus pistolas,
Abusa de mi madre,
Le entrego el dinero y a mi hermano,
Otras noches hay matanza de transgénero,
Es barata y divertida,
Una beba se queda sola en la casa,
Mientras mamá traga la leche de un policía,
A base de favores se hizo el mundo,
Los negros tienen capas de transpiración seca,
Como se quedan sin agua llevan el culo siempre sucio,
Viven en las paradas de colectivo,
Compran paquetes de turrones y maní con chocolate,
Los colectiveros son seres aparte,
Neuquén está lleno de carritos de pancho,
Vi gente comiendo a las ocho de la mañana,
El agua de salchichas,
En el oeste está el agite,
Los perros muerden la basura,
Los pobres la seleccionan.

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