lunes, 18 de julio de 2016

La objetividad es una irresponsabilidad. No podemos cambiar lo que no somos responsables.

Es uno el que se encuentra con el dolor, la violencia, la alegría, la tristeza, la angustia o el placer en su relación con otros. Es uno el que configura su experiencia dando origen a esas relaciones. Esto es algo de lo que siempre somos conscientes cuando reflexionamos acerca de nuestras emociones e historias. Somos siempre responsables de lo que nos ocurre. Si vivimos en el maltrato, somos responsables de él. Y somos nosotros los que damos origen a relaciones donde es posible el maltrato como resulta que lo vivimos. Si uno ve enemigos políticos, siempre encontrará alguien hay quien dar lugar de enemigo. El enemigo no está ahí afuera. Si uno vive en el escuchar pacientemente, dará lugar a relaciones donde el escucharse ocurra. Esto no quiere decir que otros no puedan querer herirnos, pero sí quiere decir que todo lo que uno configura en la relación con otros es responsabilidad de uno, porque es uno quien lo configura de esa manera. Por eso las mujeres golpeadas muchas veces vuelven a encontrar hombres golpeadores.

La única forma de salir de esas relaciones es asumiendo la responsabilidad de no querer vivirlas, es decir, es cambiando los sentires que vuelven a esas relaciones en algún sentido u otro atractivas o inevitables. No tiene nada que con la culpabilidad. No es que hayan hecho algo para que les peguen. Quiere decir que el hecho de ser golpeadas es algo que les ocurre a ellas, y sólo si ellas asumen la responsabilidad de su experiencia pueden querer salir de ahí y no volver a encontrarse en esas situaciones. Cuando no vemos la responsabilidad íntegra de todo lo que ocurre en nuestra experiencia, repetimos los males a los que enajenadamente nos dirigimos sin saber que somos nosotros quienes les damos lugar a que ocurran. Repito que esto no quiere decir que otros no puedan herirnos, quiere decir que somos nosotros los que decidimos qué hacer con las heridas que vivimos porque esas heridas son nuestras.

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