domingo, 10 de julio de 2016

Poesía de la atmósfera holandesa.


Subo al altar de la estupidez la visión del enemigo político y moral,
Vindico las delicias de no ser responsable por el dolor y la pobreza de otros,
Me unto pornográficamente el placer de no estar a la expectativa de nadie,
Los que quieren ser alguien hacen de su propia mierda...
Una empanada de oro,
Abrazo tiernamente a los que se alegran sin causa,
Beso ciegamente a las que asumen la basura que cae de sus cielos,
Como si regaran un campo de tulipaneses holandeses,
Corro por las cúspides y salto en las atmósferas,
De la colaboración amorosa que refresca el cuerpo de toda exigencia,
Bailo porque es imposible morir en silencio y olvido,
Bailo porque el silencio y el olvido de uno mismo,
Son la casa de la alegría sin causa.

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