domingo, 10 de julio de 2016

Entre las sábanas de Cristo.


Me escondí entre las sábanas de Cristo. Lo penetré con ternura mientras lo amordazaba con una mano. Fui suave, sentí una luz virginal caer sobre nosotros, un palomar elevó sus plegarias de amor y sacrificio al cielo de nubes negras que nos custodiaba. Una habitación psicodélica llena de santos filmando. Caía de las paredes el vino de la eucaristía en el milagro de la transubstanciación cuando fui con mi poderoso yo hasta un rincón y lo bebí en forma de sangre, y coroné a Cristo con una corona de fotogramas de actores y actrices porno dirigiendo una tortura masiva de pobres africanos, y lo penetré otra vez, y cuando eyaculé adentro suyo su cuerpo tembló varias veces al recibir la gracia del HIV. Sentí tanto amor, sagrado y célibe amor de madre, que lloré, inoculé una fresca línea de merca y le prometí que en este mundo íbamos a estar siempre juntos...siempre...

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