sábado, 27 de agosto de 2016

La claridad proverbial del sonido.


El hombre que ama el vigor se asfixia en su soledad,
Si los sonidos son proverbios del mundo,
El silencio es la figura de la nada,
Su llamado orienta y desorienta,
Estar convencido es una manera de huir de uno mismo,
Todo aprendizaje supone una confusión,
Toda confusión supone un deseo,
El deseo que no destruye a su cuerpo es el no que se anhela,
No hay abismo más grande para el hombre que la desnudez,
Quien se lastima lo hace para saber que está vivo,
El más inteligente es el que tiene los sentidos atentos,
La mujer que teme la maternidad teme su locura,
La única locura por la que se delira es la de la madre,
Un padre sólo puede ofrecer una enseñanza: la disciplina en el hacer,
El triunfo de un día sólo dura ese día,
Para salir de la derrota hay que comprenderla,
No se puede salir luchando,
Sólo los enamorados,
Ven a los otros con claridad.

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