sábado, 6 de junio de 2015

La noche.

La noche trama la búsqueda del encuentro. Cubiertos en la sonora oscuridad, en la marejada de la luz ausente la búsqueda es la llamada. Dónde está el otro, dónde está ella, dónde está él. La soledad presurosa derrama su angustia nerviosa al cuerpo, no quiero estar solo. Mitigar la noche y la oscuridad con un cuerpo, cogiendo, amando, tocando, bebiendo, hablando, bailando. La noche de los gatos, de los humanos felinos, que quieren acariciarse el lomo y lamerse en su concupiscencia, la excitación del velo del ruido del bar, del silencio de una habitación, la intimidad de la música que eleva el erotismo a juego, a animalidad. La embriaguez de los perdidos, la facilidad del tacto para buscar, la necesidad de no morir tan fácil, que el final sea un no doy más, tengo que acabar, sobre la mesada, sobre las sabanas, sobre el pasto. Seguir, seguir y seguir, cada vez más profundo el viaje hacia el centro de la noche. Los que se tientan con el peligro y agreden, los que se deprimen y comprimen su falta de aliento con la luna como símbolo, como mensaje, como imposibilidad. Los que trabajan, zombies de un mundo pasajero, barrenderos, barwomans, digitando una mirada distinta de la noche, siempre tan atentos, una actividad insofrenable el puto trabajo, nadie quiere estar ahí, pero lo atrapante de que uno viaja a mil por hora con ganas de estrolarse, y otro piensa en su familia para que tenga lo mejor. El desechado de sí mismo que no le alcanzan los canales, siempre termina en el porno. La noche y el sexo, morir por una gota de sexo, gozar es tan parecido al amor. El derecho a la concupiscencia, total, derecho a las migas de un cuerpo roñoso, a lo que quede de quien quede sin placer, a dar y a recibir como animalitos, a aullar en una esquina, a montar el caballo de la alegría y cometer una estupidez. Derecho a romper el silencio y manifestarse a favor de la identidad reservada, salir del closet y llenarse la boca de pecado. La noche, rabia que corre, pasión sin diagnóstico, medicina para los días de la vida, juego de máscaras del erotismo de quienes buscan algo, alguien, en algún lugar...

No hay comentarios:

Publicar un comentario