jueves, 2 de junio de 2016

¿Qué sabe Gustavo Cerati sobre la teoría de juegos amorosos?


Alguien me ha dicho que la soledad se esconde tras tus ojos
y que tu blusa adora sentimientos, que respiras,

Una introducción sugestiva. Habla sin confrontar, y la introduce a su propia intimidad. En el juego de la conversación amorosa es una invitación a acercarse sin dominación, sólo con seduccción.

tenes que comprender, que no puse tus miedos
donde estan guardados
y que no podre quitartelos
si al hacerlo me desgarras

La petición de comprensión va seguida de una explicación acerca de sus actos. Dice: Yo no soy responsable de tus miedos, son tuyos. Es una declaración dura de ser escuchada. Pero baja la tensión y le declara que tiene intención de ayudarla a liberarlos, pero que para eso no tiene que desgarrarlo. Tiene que confiar en él. Una invitación a ver el temor sin temor, a dejar de temer a ser lastimada.

no quiero soñar mil veces las mismas cosas
ni contemplarlas sabiamente
quiero que me trates suavemente

Soñar las mismas cosas: vivir preocupado por no poder comprender, vivir repitiendo historias, vivir atormentado por la falta de comunicación. Contemplar sabiamente: tampoco quiere dejar que las cosas pasen con paciencia, tampoco quiere ser un Buddha que siempre está ahí para entender. Quiere, y esto es lo más inteligente de la conversación, que lo trate suavemente. No es una orden, es una petición, pero es una exigencia, una exigencia de blandura. La tentación del amor se vuelve irresistible.

Te comportas de acuerdo
con lo que te dicta, cada momento
y esta inconstancia, no es algo heroico
es mas bien algo enfermo

Ella juega histéricamente con él. Pero él no le concede poder a su enrosque. Y por eso mismo la está dejando desarmada. Esa es tú enfermedad le dice, yo quiero que me trates suavemente. No quiero jugar este juego de persecución.

Gustavo establece un juego de señales y acciones que se corre de la persecución y la insistencia para deshacer la resistencia de la otra. Pero al mismo tiempo tampoco queda convertido en un sabio capaz de comprender y no resolverse. Sabe lo que quiere, lo pide, y lo pide con una frontalidad no confrontadora y seducción que sólo puede poner a la otra en situación de escuchar o retirarse del juego. Gustavo está centrado en su deseo. En la teoría de juegos amorosos, quien está centrado en su deseo puede sentirse libre de amar e invita a la otra persona a hacer lo mismo, porque se hace cargo de su existencia, decisiones y emociones.

no quiero soñar mil veces las mismas cosas
ni contemplarlas sabiamente
quiero que me trates suavemente
No quiero soñar mil veces las mismas cosas
ni contemplarlas sabiamente
quiero que me trates suavemente
quiero que me trates suavemente
quiero que me trates suavemente

suavemente, suavemente, suavemente.

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