lunes, 27 de junio de 2016

¿Por qué pienso que es mejor no tener principios?

Cuando uno tiene un principio asume que va a hacer o no hacer algo siempre, independientemente de las circunstancias. Por lo tanto asume una obligación fuera de lo apropiado o inapropiado que sea aquello que se asume hacer. Además quien tiene un principio niega su responsabilidad en lo que hace, porque ha decidido que ello es bueno o verdadero más allá de uno mismo, no porque uno lo ha querido, sino porque es simplemente así. Quien asume un principio a su vez está diciendo que no puede errar, que eso será siempre efectivo.
Me parece que la manera más apropiada de elegir hacer algo sobre lo que se tiene una convicción sería así: Asumo, por ejemplo, que usar la fuerza no es algo que quiero hacer, porque he decidido que la fuerza no me trae las consecuencias que yo deseo para mi vivir, intentaré siempre usar la persuasión para mostrar mis ideas, sin embargo, puedo encontrarme en la situación de usar la fuerza, porque así me resultara hacerlo, queriendo o no queriendo. Y de ello me haré cargo.
Quien asume de esa manera una convicción no cae en la incoherencia. En cambio quien tiene principios sí lo hace: Porque dice Yo nunca haré esto, y es algo que nadie puede saber, y lo más probable es que cuando se encuentre haciendo eso se justifique, lo que constituye al hecho en un mal. Si no hay justificación, el mal no existe. Los principios son motivo de irresponsabilidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario