sábado, 26 de octubre de 2013

¿Qué estamos haciendo cuando hacemos lo que hacemos?

Considero que es fundamental para una persona entender lo que esta haciendo a partir de una reflexión que ponga de manifiesto que está haciendo algo que debe ser entendido a partir de esa acción reflexiva.

El mundo no es sólido, es plástico, maleable, y las circunstancias y condiciones de nuestro vivir se transforman de manera no planificada, porque el mundo nace desde la nada, es decir desde el caos. De manera que, cada vez que cambia el sentido del fluir de nuestro vivir, cambia cualitativamente nuestro entendimiento de lo que estamos haciendo. Porque el entendimiento es el modo en que nos relacionamos con el mundo y los demás.

De manera que una pregunta útil, capaz de orientarnos es, ¿Qué estamos haciendo cuando hacemos lo que hacemos? De manera que también para entender a esa pregunta, debemos preguntarnos, ¿Qué estoy haciendo cuando me pregunto por mi hacer? Entender el sentido de ésta pregunta, nos puede ayudar a entender que el mundo se está creando y transformando a partir de nuestras acciones, con las cuales generamos los espacios, las relaciones, los contextos, las instituciones, cuya estabilidad organizan nuestro vivir-convivir, al menos momentáneamente, hasta que vuelva a cambiar el sentido del fluir de nuestro vivir de manera no planificada.

De manera que la pregunta acerca de Qué estoy haciendo, y si Me gusta lo que estoy haciendo, es vital para encontrar dentro de lo infinitamente imprevisto de la historia, las condiciones y las circunstancias, el sentido y la coherencia.

El continuo proceso de transformación en sentidos múltiples de nuestros múltiples yoes, está todo el tiempo abierto, volviendo sobre sí mismo, en un proceso que va de la vida a la muerte todo el tiempo. Es decir, al mismo tiempo que vivimos morimos, y en ese proceso simultáneo, están convergiendo-divergiendo nuestros yoes hacia múltiples dimensiones de la vida, como pueden ser la seriedad y la alegría, en múltiples formas del mundo.

Entender lo radicalmente irreductible del fenómeno del vivir, es entender que el hacer como nuestro modo de vida de manera siempre abierto a la posibilidad y el encuentro con lo deseado. Y a la vez con la imposibilidad y lo indeseado. Entonces cuando tal cosa surge, una buena pregunta es, Qué estoy haciendo, y, Me gusta lo que estoy haciendo. El cómo hacer, se encuentra solo.

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