viernes, 18 de octubre de 2013

¿Para qué está y qué es la vida?

Contrariamente a los que piensan que la vida tiene que tener un sentido, que hay que encontrarlo. Para mí la vida no tiene ninguno, no va hacia ninguna parte. En realidad va hacia todos los sentidos. El sentido no depende de la finalidad, es decir, no es lo que da sentido que haya un objetivo. Los objetivos no van hacia ninguna parte. La vida sería más bien un gran juego de danzas múltiples y simultáneas entre personas que no tiene salón, sino que se da en un espacio cósmico, sideral. Y cuál es el objeto de todo eso. Ninguno, aceptar el vacío como el fundamento de todo vivir, es entender el caos que produce las formas de los múltiples sentidos. Para qué está la vida, para hacer lo que se quiera. 
Todos los compromisos son elegidos. Aunque los volvemos obligatorios porque los pensamos indispensables, lo cierto es que dependen de nosotros y no de ellos. De manera que, estamos en la libertad de transformar nuestro mundo en cualquier sentido que lo permite nuestro desear y nuestro sentir. La vida, es un juego en serio del que se puede ironizar todo el tiempo, porque no hay nada tan evidente y obvio que no pueda ser de otra manera. El sentido común nos dice que la vida está organizada racionalmente, cuando en realidad, es un big bang caótico desparramándose todo el tiempo, extendiéndose en el resto del universo, sin un sentido, o más bien, con todos. Vivir es extender los tentáculos de la existencia hacia destinos inextricables donde todo está abierto siempre a la posibilidad, y al error.

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