lunes, 30 de abril de 2012

Entrevista a Tanti Croceri.

Para empezar, ¿Qué es la música para vos? ¿De qué manera forma parte de tu vivir?

No voy a entrar en definiciones, por que no creo que haya alguna que se ajuste a la palabra "música", tan bella que es, pero si te referís a que lugar ocupa en mi vida, es central y en muchas maneras diferentes...

Tal vez un ejemplo de como está presente en el día a día o como me acompaña está en cuando salgo a correr o jugando al fútbol, yo siento que no necesito el mp3 o unos auriculares metidos en mis oídos, me voy imaginando músicas enteras, estén o no hechas, o que se modifican en mi cabeza y me acompañan en ese momento y otros... Cuando me aburro en los lugares que hay mucho ruido y no me place la música o prefiero otra, me meto para adentro y escucho mi "propia radio", es un buen ejercicio de concentración... Je...

Si tuvieras que hablar de un artista, o grupo que cause tu admiración, ¿Cuál sería y porqué? ¿Podrías hacer una descripción de sus características musicales?
Bueno, referentes hay muchos importantes, en distintas épocas, van y vuelven, por que uno los deja un ratito por que descubre algo nuevo y vuelve... Pero Spinetta es uno y ahora se lo extraña bastante, me cuesta un poco escuchar sus canciones... Su libertad y la entrega que tuvo para con su arte, eso es lo que valoro de un artista... Y me pasa con Radiohead: la fluidez que muestran cuando tocan, me hace sentir que son realmente libres... Y qué grosso lograr eso!


¿Cómo se organizaría la vida política de un país si el presidente fuera músico? ¿Podría el discurso de apertura de sesiones en el congreso de la nación hacerse en forma de canción? ¿Qué música sería?

Je, muy buena la pregunta... Seguro habría una canción en el discurso o alguna sinfónica tocando algo de Guastavino o Piazzolla... Un Barenboim tocando el piano y Jaime Torres acompañandolo con el charango para una canción patria... Je...

Y bueno, un presidente músico tendría que ser federalista por formación, hacer conocer la cultura de cada rincón del país obligaría a una mayor coparticipación probablemente... Je...

¿Cuándo para vos una música es bella, y cuando no lo es? ¿Te apetece entrar en la música que podríamos llamar abyecta? ¿Por qué?
Ummmmm... No sé... ¿Cómo se explica eso?... Las obras de Mozart son bellas, el clasicismo es bello... Será por sus formas y características... Pero música fea... No sé que decir, trato de darle valor a todos los géneros y entender en lo posible lo que motiva a una persona hacerla de esa manera, incluso que alguien la reciba y la haga propia, se sienta identificada...

¿Podrías elegir algunas piezas de la historia de la música que hayan marcado tu historia como músico, en orden cronológico, y describir porqué son tan valiosas para vos?

Mi mamá me sentaba de bebé en el living de mi casa y me ponía Vivaldi y Bach... Según me dice, me pasaba un largo rato escuchando... Así que en eso algo nació con respecto a lo musical... Me gustan mucho los conciertos de Brandenburgo... Ya más entrado en la niñez, era muy fanático del grupo Sanampay, dónde mi mamá cantaba música Latinoamericana... Y entrando en la adolescencia tuve mis primeros CD, de los Guns, Queen (el Greatest Hit 1 fue el primero que me compré...) y mi tío me acercó a Divididos con La era de la boludez...

Ahora es más ramificada la escucha, desde las nuevas tendencias del folcklore (Aca Seca, Fandermole, Wagner-Taján, Aznar, Chango Spasiuk...) hasta bandas indie (The Strokes, Arctics, The Fratellis...) y jazz en formato trío (Melhdau, Evans y K. Jarrett...)...

¿Cómo saber lo importantes que son, lo decisivas que son en nuestras vidas...? Están siempre acompañando...

Microrrelatos 25.

Él bebía del néctar de la música de su cuerpo desnudo. Ella encendía luces para verlo de noche pasar por su ventana. Su fueron dando cuenta el uno del otro. Se hablaron muchísimas horas. Se sedujeron intensamente. Se imitaron, se comprendieron, se expandieron, bebieron juntos, engordaron juntos, viajaron juntos, se besaron juntos. Pero nunca hablaron de rugby.

miércoles, 25 de abril de 2012

Entrevista a Manú Reyes.


Para empezar, ¿Cuál es la relación entre lo que lees y lo que componés, en cualquiera de los artes que desarrollas? ¿Podrías poner un ejemplo con Bukowski?

Algunas lecturas me inspiran y movilizan. Me gusta cuando un texto es inquieto, reflexivo pero inquieto. Prefiero si no intenta ser intrincado en vano, ni que busqué una belleza decorativa.
Cuando el escritor se deja llevar por lo que su texto propone se torna mas llevadero. Últimamente me gusta leer en voz alta, entrar en las palabras. De esa forma se nota cuando alguien fluye en las palabras que escribe. Como vos Dani.
Eso intento hacer yo con mis cosas.

A Bukowski lo entiendo y por momentos me identifico. Sus palabras tienen transparencia y crudeza. Me gusta lo crudo porque denota una sensibilidad desenmascarada, pura. Él se muestra a través de sus grietas, imposibilidades, debilidades y humillaciones. Como una tela rota que deja ver la estructura del bastidor, o como un film que se proyecta sucio y rayado.

Esa transparencia y esa fluidez son las que busco para componer.

¿En una paleta de emociones, sentimientos y percepciones hechas a tu espontaneidad y libre arbitrio qué dirías hoy por hoy de la creación artística?

Creo que veo más apertura de ideas, menos ataduras a formatos, más mezcla, más diversidad. Por momentos veo una relación más concreta con lo real, lo objetual, pero a veces también todo eso se ve filtrado en un entorno virtual. La lógica de la programación llevada al arte, la lógica de la publicidad llevada al arte. Se ven cosas coherentes (que funcionan o no), otras sin conciencia y perdidas (que funcionan o no). Algunas cosas que indignan y otras que motivan mucho.

Me cuesta esta pregunta igual. Hacer una lectura de la creación artística actual cuesta. Quizá más si trato de pensarlo mientras oigo Cavin Fever de Nick Cave, tan rabioso y gritón. Pero pienso en un camino resbaloso que se patina y bifurca por mil, que luego algunos tramos se unen y se conectan y se vuelven a partir mezclándose y circulando muy rápido por circuitos rodeados de observadores, de difusión, de medios y redes sociales. No se si pasa algo por afuera de todo eso. Me gustaría y quiero creer que si. Quizá hay algo en la sombra que mira todo desde afuera desde otro lado sin influencia de ningún agente perturbarte y que puede llegar a ser bien global su lectura.

Yo estoy adentro. Estoy cómodo creo. A veces no, pero hoy si ponele. Ahora mismo se que tengo rollo en una cámara soviética que me prestó un profesor, y que tengo una película super 8 esperando a ser manchada y dibujada con tintas al alcohol. En si nada nuevo, pero para hoy es algo distinto.

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¿De dónde surge la creatividad? ¿De la nada, o de la historia de la persona? ¿Por qué y cómo?

En mi caso surge cuando se da una cierta predisposición orgánica entre los materiales, el estado de uno y su entorno. A veces me cuesta encontrarla y pierdo mucho tiempo. Las relaciones sociales contribuyen mucho a que todos los elementos entren en armonía y se dé esta predisposición: estar con ciertas personas o pensar en ellas es muy útil.
También obviamente, debe haber un compromiso con lo que se hace. Que te ate pero que a su vez no te condicione demasiado. Lo mejor sale cuando te sentís cómodo, en un estado emocionalmente apacible de felicidad serena. Estar cebado y extasiado está bien a veces pero no siempre; te moviliza pero no te hace reflexionar sobre lo que sale.

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¿La destrucción es parte de tu arte? ¿De qué manera?

Si, en parte. Busco mostrar y remarcar la sensibilidad de las cosas, su carácter material. Dejo en evidencia el dispositivo con que fue generada la imagen y también el soporte donde se muestra.
En ciertas ocasiones lo llevo al límite, tal vez para marcar su estado crítico. Mis cuadernos denotan un carácter de ruinas, se muestran heridos y parchados. Me parece impactante cuando los objetos o materiales se muestran resentidos, curtidos por el tiempo o el maltrato. Los siento más conscientes de su historia cuando los veo así.

Tengo ciertos automatismos en mi accionar que sigo y escucho, son como acciones involuntarias y muchas veces me llevan a la estética que desarrollo. Dejo ser algo que llevo dentro y así me explayo. Así que supongo que todo eso esta en mi naturaleza y es como un estado salvaje que llevo. Tomo decisiones sobre la marcha, pero cabalgando sobre ese mismo estado. Controlo algunas cosas, otras no, pero generalmente no me preocupa eso porque me siento en armonía con todo lo que sucede. A veces eso me lleva a la destrucción, pero no lo fuerzo.

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¿El sentido de la belleza y la estética, de qué manera involucran tu relación con tu entorno (hogar, ciudad, parques, las cosas), y tu convivencia? ¿Podrías poner un ejemplo?

Presto mucha atención a la gente. Sus caras y expresiones cuando viajan en subte, hay muchos personajes interesantes. También los objetos, las cosas que pasaron por muchas manos y se moldean. Como billetes encintados, barandas de madera que se pulen con el manoseo, cerámicos que se gastan.
La transmigración que le gustaba tanto a Girondo y que esta tan bueno aplicar cuando sale. Meterse en la historia de las cosas o de los gestos. Observar.

Dentro del hogar y lo intimo o familiar me impactan los olores de las casas que remiten y revuelven recuerdos. Las fotos y las diapositivas de gente que conozco, de familiares o de gente que transformo en mis familiares me aportan vivencias e historias imaginarias e impuestas.

También me encariño mucho con mis objetos. los quiero cerca y que me ayuden a hacer mis cosas. Les atribuyo parte de la autoría de lo que hago: cámaras, proyectores, walkmans, cuadernos.
Algunas cosas son extensiones de piel. Tengo remeras muy añejas. Ahora a una la tengo puesta: es de los Rolling Stones y está muy gastada.

martes, 24 de abril de 2012

Liszt, Un sospiro.

Hamelin, espectacular, divino, inspirador, celestial y de cuna. Liszt con toda su riqueza de notas, y su fluir de belleza romántica y sensual.

Hacer, las acciones del vivir social...

El decir no sólo es un fundamento del hacer. Es también una manera de hacer nuestro mundo. En nuestro mundo humano no sólo podemos describir lo que vemos, sino que a se vez podemos usar esas descripciones como descripciones de otras cosas a decir. Eso es lo que se llama recursividad, el lenguaje habla del lenguaje mismo. Esos mundos que creamos con nuestras explicaciones, son no sólo cosas dichas, sino cosas hechas, nuestra manera de hacer relacionalmente, socialmente, es habitando en el lenguaje. Decimos cosas no sólo para coordinar nuestro mundo y realizar nuestro vivir social, sino que a su vez usamos nuestras coordinaciones como elemento de otras coordinaciones que pasan crear un nuevo espacio de acciones.

Por ejemplo: No sólo podemos estar en la mesa hablando con otras personas y coordinar acciones, en una verdadera conversación, para ordenar la mesa y poner la fuente de comida en un lugar de manera que no se tenga que sacar nada de la mesa y que se pueda comer, sino que además utilizamos esas acciones como fundamento de otras acciones, que es poder hablar de lo que acabamos de hacer cuando estabamos ordenando la mesa entre todos. Es decir nuestras acciones pueden ser vistas como acción, justamente por una nueva acción que es la de ir recursivamente sobre las acciones anteriores. Y así es el proceso de la consciencia. Y así es el proceso social de relacionarse, todo el tiempo, una acción lleva a la otra, y se encandenan. Nunca podemos estar sin acción.

Y las emociones definen no sólo el espacio de nuestras acciones, el modo en que las realizamos, sino nuestra manera de conocerlas. No es lo mismo ir de un lado al otro pacientemente que ir de un lado al otro ansiosamente.

Yo personalmente creo que el deseo es el problema de las relaciones humanas y de la felicidad. No tener deseos, sino no poder no tenerlos. Una vez que estamos dentro de un deseo, y no podemos no tenerlo, es como decir, yo sólo puedo existir haciendo ésta cosa, si no hiciera esta cosa, es decir, si mi deseo muriera, no podría hacer nada. Por eso creo que cuando estamos felices, satisfechos con nuestro hacer, nuestra vocación no pasa por realizar un deseo particular, sino por hacer con el placer lo que estamos haciendo. La vocación espiritual de toda la humanidad es vivir, vivir cotidianamente. Sin expectativas, sin objetivos puestos en los resultados. Porque esa es la manera en que se construye un entendimiento de acciones basado en la cooperación, el respeto y el amor. 

Otros espacios relacionales, fundados en otras emociones perturban el vivir social. La exigencia por ejemplo. El acto de reflexión, que es la pregunta acerca de los fundamentos de las acciones que estamos llevando a cabo, es decir, qué emoción en este momento está construyendo mi mundo perceptual, el mundo que hago y que conozco, es un acto sobre los demás actos, que guía el espacio en el que estamos habitando hacia una transformación satisfactoria. Por eso reflexionar es algo que surge con el dolor, y no con la alegría.

Microrrelatos 24.

Se metió el mango del tenedor de aluminio frío en la oreja. Sintió una enorme relajación. Era verano.

Microrrelatos 23.

Liszt subió al escenario. Comenzó a interpretar Un sospiro. Y las damas suspiraron. El aire de la habitación se enrareció, como si fuera un cigarrillo fumado con precipitación las notas de aglomeraron. El piano comenzó a caer vertiginosamente, figuras geométricas entraron en la sala, sistemas racionales de pensamientos comenzaron a romper todo. Euclides, envidiando a Liszt envió su maldición. La naná había narrado un cuento de buenas noches a Herbert, y a él se le confundió en el sueño con las materias de la escuela.

Microrrelatos 22.

Darwin encontró todas las especies en su lugar, cuando llegó a la isla, lo estaban esperando.

domingo, 15 de abril de 2012

Frases 29.

Tautología de nuestro conocimiento: las explicaciones generan el mundo que explican.

Frases 28.

Nuestras observaciones, pensamientos, reflexiones, ideas y percepciones, no las sacamos de la realidad, las somos.

Cartas al Rey de la Cabina.

Accedí a este concierto de un escritor y un músico, llamados Luis Pexcetti y Juan Quintero, a través de Emilio Bugallo. Quién me lo obsequió. Es bellísimo, lleno de sensibilidad, alegría, intimidad, literatura, extrañeza y música. Dedicar una hora del día a verlo puede ser una gran experiencia gratificante e inspiradora.

Microrrelatos 21.

El sexo opuesto era su perdición. Todo lo demostraba con ternura. Exhibía sus partes al público de tal manera que todos lo admiraban. Se desnudaba en los bares, en los colectivos y en las fiestas. Cada vez más su fama de gentil, grácil, exquisito y elegante proliferaba entre la gente. Hasta que un día, un día de frío y viento, usó un saco, y su piel se volvió tenue, frágil y poco primitiva. Entonces descubrió el fuego, y se fue a vivir a una comunidad en las afueras de la ciudad. Se le llamó Prometeo, y se consideraba que estaba loco. Con el tiempo, se descompuso y quiso metafóricamente hablando crearle el abrigo a cada piel, a cada cosa, la protección, la malla de conocimiento que cuidara de todo. Creó los seguros sociales y los seguros contra incendios. Pero no prosperaron en una sociedad feliz, ignorante y temeraria. Nunca se comprendió bien, si Prometeo, o toda la sociedad era la que estaba equivocada, o loca. Su invención del fuego era a la vez una genialidad y un insulto. Murió de vergüenza una noche de octubre, al lado de su señora y un perro que era el amante de su señora.

Dedicado a la extravagancia de Fernando Chiesa.

miércoles, 11 de abril de 2012

El vivir: ciencia y arte.

Hay una relación indisoluble y continua entre nuestra manera de conocer y nuestra manera de relacionarnos. Ambas se pueden entender científica y artísticamente en una sola organización epistemológica: el vivir.

miércoles, 4 de abril de 2012

Satisfacción.

¿Cómo alcanzar una satisfacción en la que me sienta satisfecho con mi ser que no dependa de lo que tengo que hacer o lo que tengo que tener?
Descubriendo el hacer y el tener en cada momento como fundamentos personales del ser que se es.

Excitación, alegría, las ganas de las ganas!

Voy a incursionar en una pregunta tan atrevida como capaz de hacer desmayar a una comunidad de neuróticos, ¿Qué son las ganas de las ganas? Cómo puede existir semejante acto de reversibilidad de las ganas sobre sí mismas de manera que existan unas ganas sobre las ganas, llamadas ganas. Quiero lo que quiero, de eso se trata. Hay una cúspide del amor sensorial, sensual, interior, que llega a uno con el hacer que uno practica y que se dispersa en el ser de manera que el ser hace al hacer una unidad con vida propia que surge espontáneamente y se desarrolla frescamente, llamada el amor al amor, las ganas de las ganas. El saber que uno sabe lo que quiere, y que sabe cómo hacerlo.

Como decir, voy a empezar a tocar un instrumento, voy a escribir, voy a incursionar en la cocina, en el jardín, voy a prestar atención a mis relaciones y establecer contactos más fluidos, entusiastas y creativos, desde el saludo hasta mis chistes. Esa creatividad del amor a las cosas, envuelve las cosas que uno ama en el amar lo amado. En el querer lo querido, es el repliegue del hacer sobre el hacer y del decir sobre el decir.

Esa consciencia nos lleva a un entendimiento de la organización de lo que hacemos, y nos da la pauta de la manera de continuar, avanzando con confianza en lo desconocido, y siendo protagonistas de nuestra existencia en tiempo presente, conociendo el conocer de nuestro presente en un dominio del ser que sucede en tiempo cero todo el tiempo, donde nos estamos no sólo creando a nosotros mismos, sino a lo que hacemos y decimos, lo espontáneo, lo sencillo.

Algunas referencias útiles, bellas para explorar son las experiencias de ciertos músicos creando, como Bill Evans o Keith Jarrett, maestros de la improvisación. Un libro recomendado para engendrar ese conocimiento es Free Play de Stephen Nachmanovitch. La improvisación es la esencia de la vida, no sólo no podemos conocer nuestro futuro, y por eso tenemos que crear pensando en lo que nosotros elegimos y queremos elegir en cada momento y en cada lugar, sino que tampoco, aunque no lo creamos, podemos conocer nuestro pasado, porque simplemente ha pasado, y el conocimiento del conocimiento está en el vivir consciente del presente, y las ganas de las ganas están en el conocimiento del querer de ese deseo, y el amor del amor está en conocer el amor a esas ganas que se conocen en ese presente consciente que tiene fluidez y continuidad en nuestro ser sin que nosotros lo determinemos, sino que lo guiamos a través de la reflexión, la escucha y la elección.


Keith Jarrett Trío.

Jazz con rompevientos.

Microrrelatos 20.

Al despertar, el concepto todavía estaba ahí.
Y era más grande que el dinosaurio.

Homenaje a Augusto Monterroso.

Frases 27.

Las visiones excitantes son más difíciles de asumir que las visiones desencantadas.

Frases 26.

Creando la pregunta se crea la respuesta.