domingo, 5 de junio de 2016

El ánfora en la que esperaba cayendo un copo de nieve.




Atoradas tiemblan las tripas rotas,
Se movían antes de ser extirpadas,
Para calmar las agitadas aguas de mi consciencia,
La heladera que mantiene el frío de la muerte está abierta,
Seco el ambiente ya no es temido,
En un descampado está tirada la piel de una serpiente joven,
Una pregunta puede formularse miles de veces,
Un paredón puede saltarse muchas veces hasta desarmarse,
En un ánfora espera la respuesta fresca,
Está cayendo como un copo de nieve en la palma de una mano,
Nadie vino a cumplir una misión,
Nada pasa porque tenía que pasar,
La noche arremolina en silencioso dolor a los pobres,
Un perro no puede ver el futuro,
Quien desea el logro no puede estar satisfecho en ninguna parte,
En un poste de luz alguien mide su suerte,
Provoca a conductores llenos de iracunda sed,
Lo que hay que abandonar es la búsqueda,
Lo que hay que encontrar es el vacío,
El vacío es una cámara que conserva una cala blanca siempre viva,
La cala canta con voz oceánica y montañesa la misma melodía,
Llamada amor.

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