Su única opinión sobre todos los temas era que él no opinaba de nada. Se resistía a emitir toda y cualquier clase de opinión, estaba seriamente buscando una certeza irrefutable, algo superior a una opinión. Su fin fue atarse a una cama, ponerse un chaleco de fuerza, pervertirse en el silencio. Nunca se perdonó haber opinado acerca de ese cambio de postura política de su mejor amigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario