jueves, 28 de junio de 2012

Microrrelatos 39.

Su nombre era tan largo que apenas podía comenzar a mencionarse sin sentirse cansado. Cuando ella se enamoró de él decidió llamarlo por un apocope, que resultó ser tan pequeño como Na, tal cual la abreviatura del elemento sodio en la tabla periódica. Cuando le contó a una amiga psicóloga que había decidido estudiar química luego de encontrarse con Marta en la vida, ella le dijo que el nombre que llevaba para hacerse conocer y su vocación estaban determinadas por una relación causal inconsciente. Él gustaba de la gramática, pero pensaba que no existían las palabras simplemente como meras palabras, sin emoción, gesto y afecto; y que el mundo regido por un sentido completamente simbólico era absurdo. Pero no fue eso lo que le dijo a su amiga, sino que cambió de tema.

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