sábado, 17 de septiembre de 2016

Plan nuclear de heladeras.

¿Quién no quiere tener una pistola? Que dispare algo, no sé qué. Balas de gomitas comestibles, rayos, helado, papel picado, la presión atmosférica, comentarios desubicados, que cambie la orientación sexual, que atraiga gente a un lugar con ánimo de fiesta, que haga crecer los pectorales, que desnude a cualquier persona en un estrado. En fin, si algo me queda claro, es que todos queremos portar armas. Diría que es un deseo natural. Nacemos con ganas de disparar. Y disparamos eh, no se vayan a creer que hasta agarrar un control remoto no...no lo hacemos. Lamento hacerles perder el hilo de la conversación, pero quería anunciarles algo muy importante hoy. Me inscribí en un plan nuclear de fertilización de heladeras, la voy a tener siempre llena. Se requiere mucha testosterona para decir algo así, pero aquí estoy, parado en el medio de la vida, con los codos colgando y mirando el lóbulo frontal que imprimí para usar en una ocasión especial, porque como todos sabemos, cuanto más rápido, más furioso...

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