sábado, 17 de septiembre de 2016

Dos caminos hacia el bienestar relacional humano.

Pienso que el camino del bienestar humano, individual y colectivo, debe seguir dos pasos.
1. Una aceptación continua del vivir como sea que ocurra. Si ocurre el luchar, luchar. Si ocurre el amar, amar. Es decir, libre de toda expectativa.
2. Un entendimiento más complejo de dilucidar pero que debe ser enunciado de la siguiente manera: una idea lleva a otra idea, un hacer a otro hacer, una circunstancia a otra circunstancia, una verdad a otra verdad. Fuera de esa circularidad, no hay nada. Es decir, la objetividad como una realidad independiente de la experiencia o del hacer, y el objetivo como una instancia independiente del proceso de acciones, no existen. O dicho de otra manera, no hay principio ni fin, nada existe en sí mismo, nada permanece, lo único que hay es nada.

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